La Divina Comedia — Infierno 22
Siguen en la quinta fosa del lago de pez hirviendo, caminando, en compañía de 10 demonios custodios.
Así como saltan los delfines fuera del agua, indicando a los marinos que precavan la nave de la tempestad, así también algunos condenados, para aliviar su tormento, sacaban la espalda y la volvían a esconder más rápidos que el relámpago; y lo mismo que en un charco las ranas sacan la cabeza a flor de agua, aunque teniendo dentro de ella sus patas y el resto del cuerpo, así estaban por todas partes los pecadores; pero en cuanto Barbariccia se aproximaba, volvían a sumergirse en aquel hervidero.
Los demonios, en estado de goce, ensartan y desmembran condenados. Un antebrazo de éste, una pierna de aquel, y así.
Se arma trifulca entre los bichos y dos se agarran fuerte y caen en el lago hirviendo.
Dante y Virgilio siguen camino.